Por Enrique Herrera
La polarización es de manual. Es un proceso premeditado y por tanto, impulsado por altos funcionarios, políticos e incluso, por el periodismo. En el caso colombiano, aupado por Petro.
El presidente ha venido atizando la polarización no solo política sino social. No sólo ideológica, sino también afectiva, esa del sectarismo y, por esta vía, empobrece la conversación pública y encapsula a grupos significativos de personas en burbujas, en realidades paralelas que ven, solo lo que quieren ver.
El manual de la polarización va a todo vapor, al punto que está traspasando fronteras. Pasó del plano ideológico al identitario, al que configura identidades. Y esto es relevante porque de opinión se cambia, pero de identidad no, o es difícil. Entonces, si se desborda lo ideológico y se pasa a lo identitario, la política se convierte en pasión irracional, en pasión de futbol. Y se pueden cambiar muchas cosas, de casa, de familia y de novia, pero es difícil cambiar de pasión.
La fórmula es: polarización, populismo, degradar la verdad para que la verdad pierda valor, reforzar identidades para crear lealtades, conformar tribu y buscar enemigos que le den sentido a la causa. La polarización es maniquea y moralista bajo la idea de que todo es un choque de buenos versus malos, de ellos versus nosotros. A más polarización, más atrincheramiento, adoctrinamiento y movilización de las bases. Más tribu. De manual.
Polarizar es, anota @luismmiller, “construir y contraponer identidades a partir de una división
(..)” Es identidad y conflicto. Es lo que hace Petro: dividir en dos bloques: oligarcas y “pueblo”. Pero se equivoca, porque no está dividiendo el país en mitades iguales, sino que ha unido a la gran mayoría en su contra; y él se está quedando con su reducto; movilizándolo.
Slavoj Zizek dijo que el populista identifica y personaliza al enemigo o los enemigos del pueblo Es lo que hace Petro. Necesita enemigos para polarizar el país, pero se le olvida que la polarización sirve para una campaña electoral pero no para gobernar.
La polarización es considerada por el Global Risk Report 2024 como el mayor riesgo social. Es una pandemia. La compuerta de la polarización la abrió Santos con el sí y el no del plebiscito pero quizás, la puerta la abrió la desmovilización de las FARC, porque la FARC sirvieron durante años, para frenar la polarización porque combatirla era un punto de unión nacional.
Hasta al 2026 habrá mucha polarización y confrontación en una era que se denomina del enfrentamiento o de la discordia, en que la pregunta recurrente es ¿Y tú contra quién piensas? O si se quiere ser más bajo, ¿A quién desprecias? pero creo que el país, para el 2026 no quiere más de lo mismo, es decir, que lo gobiernen desde el enfrentamiento y con Twitter sino que preferirá a alguien ponderado que gobierne con documentos técnicos y desde los resultados y acuerdos y no desde el conflicto y el dogmatismo. Alguien como @CarlosFGalan.