Según su presidente ejecutivo, José Felix Lafaurie, este deterioro de la seguridad se debe a la falta de una «paz estable y duradera».
La Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán) denunció que más de 400 municipios en las zonas rurales de Colombia, que representan casi la mitad del país, están bajo el dominio de grupos delictivos, que afectan la seguridad y la producción agropecuaria y ganadera.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, expresó su preocupación por el aumento de los casos de robo de ganado, extorsión, invasión de tierras y secuestro de productores, que se han registrado en los últimos años en diferentes regiones.
Según Lafaurie, este deterioro de la seguridad se debe a la falta de una «paz estable y duradera» que garantice el control territorial del Estado y la lucha contra el narcotráfico, que ha facilitado el surgimiento y la expansión de bandas criminales de diversa índole.
Entre los grupos delictivos que operan en el país, Lafaurie mencionó a «La Constru» en Putumayo; «los Sotos» en los Llanos; «los Pachenca», «Clan Marquitos», «los Giraldo» y «los Costeños» en el Caribe; «los Botalones» en Magdalena Medio y los Santanderes; las Odín de Medellín, «los Caqueteños» en el Amazonas; «la Empresa» en el Pacífico, las Oficinas de Cobro en Cali y «Cordillera» en el Eje Cafetero.
Ante esta situación, Fedegán presentó una estrategia de seguridad en alianza con las autoridades, basada en la creación de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera (FSSG), que buscan recuperar el control del territorio y fortalecer la colaboración con las fuerzas de seguridad.
Los FSSG son una iniciativa inspirada en los Frentes de Seguridad de la Policía Nacional, que han demostrado su eficacia en el combate a la delincuencia en las áreas urbanas. La idea es replicar este modelo en el ámbito rural, involucrando a todos los actores del sector ganadero, desde grandes productores hasta pequeños ganaderos, en una red de apoyo que disuada a los delincuentes.
Fedegán hizo un llamado al Gobierno y a la sociedad para respaldar esta estrategia, que considera vital para garantizar la seguridad, la legalidad y la productividad del sector ganadero, que es uno de los motores de la economía y el desarrollo rural del país.
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