Medidas de choque para superar las dificultades de orden público en el municipio antioqueño.
El municipio de Nechí, ubicado en la región del Bajo Cauca antioqueño, se encuentra en el epicentro de una situación crítica que ha capturado la atención de la comunidad y las autoridades.
La raíz del conflicto se identifica con la ocupación masiva e ilegal de terrenos, que inició el 31 de enero, derivando en confrontaciones significativas entre los ocupantes y las fuerzas del orden.
Este escenario de tensión ha llevado a la administración municipal a implementar medidas drásticas, incluido un toque de queda, con el objetivo de restablecer la seguridad y el orden público.
La escalada del conflicto comenzó cuando un grupo numeroso de individuos procedió a invadir propiedades privadas, específicamente las fincas Villa Julia, El Molino y otra adyacente, provocando una situación de emergencia por la rápida escalada de violencia y la destrucción de propiedad.
Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo pacífico, y en vista de la agresión directa hacia las propiedades mediante el incendio y posterior parcelación ilegal de las mismas, las autoridades locales, en coordinación con la Policía Nacional, se vieron forzadas a actuar para recuperar el control de los terrenos invadidos.
Esta serie de eventos no solo ha suscitado una respuesta inmediata de las autoridades locales, sino que también ha generado un llamado a la acción por parte de figuras nacionales, como el exviceministro de Agricultura, Juan Gonzalo Botero, quien destacó la gravedad de la situación a través de plataformas digitales, solicitando la intervención del gobernador Andrés Julián Rendón.
La respuesta de la alcaldía de Nechí, liderada por la alcaldesa Yumaris Patricia Henríquez, fue la implementación de un toque de queda, oficializado mediante el decreto 37 del 3 de febrero de 2024.
Esta medida busca contrarrestar no solo las ocupaciones ilegales y los actos de vandalismo sino también proteger la integridad de las instituciones públicas y la vivienda de la alcaldesa, que fueron declaradas objetivos potenciales de ataques en represalia por los esfuerzos de desalojo.
El operativo de desalojo, supervisado por el comandante de la Policía de Antioquia, Coronel Andrés Martínez, se llevó a cabo con el apoyo de organismos de derechos humanos para garantizar un procedimiento ajustado a la legalidad y evitar abusos.
El resultado de esta intervención fue la recuperación de los predios, aunque no sin enfrentamientos que resultaron en lesiones a individuos involucrados.
Paralelamente, la situación en Nechí se complica por una serie de controversias políticas y administrativas, que incluyen acusaciones de fraude electoral y la suspensión de un funcionario municipal por conductas impropias, lo que añade capas de complejidad a la ya tensa atmósfera del municipio.
La administración municipal ha tomado la decisión de suspender las clases presenciales como medida preventiva adicional, buscando minimizar el riesgo para la población estudiantil y evitar cualquier incidente que pueda agravar la situación.
Vía Agencia API