La denuncia de Adelina Guerrero, que acusa al embajador de Colombia ante la FAO de amenazarla, llevó al ministerio a tomar medidas.
La Cancillería colombiana convocó al embajador de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Armando Benedetti, para enfrentar un proceso disciplinario tras las graves acusaciones de agresión realizadas por su esposa, Adelina Guerrero.
La denuncia, presentada en Madrid durante un proceso de divorcio en curso, provocó un intenso debate público y movilizó la opinión pública tanto en Colombia como en el ámbito internacional.
Al parecer, Benedetti deberá presentarse ante las autoridades colombianas en el “término de la distancia”, una figura legal prevista en la Ley de Procedimiento Administrativo debido a su residencia en Roma, donde se encuentra la sede de la FAO. Este mecanismo permitirá que el funcionario se defienda y responda a las acusaciones sin necesidad de estar físicamente presente en el país en el momento del proceso.
La denuncia de Guerrero, confirmada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, detalla un incidente ocurrido el pasado 30 de junio en Madrid. Según el relato de la mujer, durante una discusión en su apartamento, el embajador Benedetti la amenazó con un cuchillo, un hecho parcialmente corroborado por un informe policial.
Las autoridades españolas respondieron al incidente, pero debido a la inmunidad diplomática de Benedetti y la ausencia de flagrancia en el momento de su llegada, no pudieron proceder con una detención. El caso fue remitido a un juzgado para una investigación más detallada.